22 de julio de 2011

Terror Beneath the Sea (1966)

Terror Beneath the Sea o Kaitei daisensô como es su título original en japonés, es una película de ciencia ficción con elementos de terror típica de la época. Cuenta con criaturas malignas, un científico loco y un villano inescrupuloso cuya única meta es tener al mundo bajo su control.


La acción comienza sin mayores preámbulos, una serie de personas se encuentra en un submarino estadounidense invitada a presenciar una exhibición armamentista con la última tecnología en torpedos por parte de la Marina de ese país. Las cosas no salen del todo como estaba previsto y los presentes además se percatan de una presencia extraña en los monitores.

Dentro de los asistentes se encontraba la pareja protagonista, conformada por los reporteros Ken Abe (un Sonny Chiba bastante joven y desconocido todavía) y Jenny Gleason (Peggy Neal), quienes convencidos de haber visto una figura de forma humana en el fondo del mar, deciden ir a investigar por cuenta propia.


Ya en el fondo del mar, Jenny tiene un primer contacto con una escalofriante criatura a la cual le toma una fotografía, pero en medio de la desesperación por huir y sobrevivir, deja caer la cámara al fondo del mar. Por increíble que parezca, después deciden volver mar adentro para buscar la cámara en cuestión, es evidente que a esta pareja no le resultaría engorroso buscar agujas en pajares.

No encuentran la cámara pero sí dan con un misterioso escondrijo submarino, de donde no pueden escapar tras ser capturados por un grupo de estas mencionadas criaturas.


A partir de ahí pueden imaginar lo que viene, es una película relativamente corta y la trama se desarrolla de forma directa. Los dos protagonistas junto a un científico que también fue secuestrado deben buscar la forma de echar por tierra los malévolos planes del doctor Moore y de paso salir de allí con vida.

La protagonista es muy linda y con buen cuerpo, pero no hace otra cosa que gritar. No puedo decir que me haya sorprendido al consultar IMDb y ver que su carrera cinematográfica se limitó a otras dos películas, filmadas igualmente en territorio japonés.


Por otra parte, el villano y sus secuaces son tan exagerados y torpes que encajarían perfectamente en una película de Austin Powers. Solamente consideren su siniestro plan: capturar seres humanos para convertirlos en asexuados cyborgs acuáticos valiéndose de cierto procedimiento científico; todo con el objetivo de crear un ejército que le permita dominar a la humanidad.


No me cabe la menor duda de que la película fue rodada orientada a un público infantil como en el caso de Prince of Space o bien hecha con toda la intención de que fuese disfrutada por los amantes del cine B, porque a pesar del sinfín de despropósitos que acumula, yo disfruté cada minuto de ella. Para muestra el siguiente video, que más que un trailer es una versión condensada de la película.

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