Ignacio Pereztrona (Vic Cicuta/Víctor Melman) es un policía antinarcóticos que, con la ayuda de su no tan fiel compañero Esteban Osinde (Pablo Marini/Pipper Tenco), le asesta un duro golpe a una banda de narcos que siguen las órdenes dictadas por la enigmática figura de un hombre conocido simplemente como El Poderoso. Es un inicio vibrante con una emboscada realizada en un helicóptero digno de Wakaliwood que termina con la aeronave precipitándose a tierra, pero no porque esta haya sido derribada por los traficantes sino simplemente porque así estaciona Ignacio Pereztrona.
Estos carteles suelen tener conexiones en las más altas esferas y contar con tantas cabezas como una hidra, por lo que al poco tiempo los emisarios de la droga visitan a Pereztrona en su casa para amedrentarlo tanto a él como a su esposa Carlota (Ayelén Turzi). Comandados por Mac (Nicolás Galvagno/Jean Pierre Descarrio), estos muchachos van más allá de la intimidación, están dispuestos a enseñarle a este entrometido policía una lección que recordará toda su vida y para ello deciden raptarlo, prostituirlo y hacerlo adicto a la "letal droga" de la marihuana.
Qué lejos quedó aquello de "Nací sin miedo. El doctor lloró cuando me asomé de la vagina de mi madre".
Como si no fuera suficiente con tener el ano desgarrado y haberse convertido en un paria adicto a los psicotrópicos, una noche recibe la visita de Jacobo El Seductor (Ramón Cordero/Rudo Hardon), uno de los esbirros de El poderoso, quien no conforme con abusar de él lo deja tuerto del ojo izquierdo tras un hábil manejo del cuchillo.
A pesar de todas las vejaciones sufridas Pereztrona no se doblega y consigue escapar aprovechando una visita del libidinoso Romualdo Rompehuesos (Paul Divano/Ronnie Capraro). Un afortunado accidente aéreo facilita su huida y comienza así un duro entrenamiento y un período de desintoxicación para derrotar de una vez por todas al comunismo y al narcotráfico.
A partir de allí iniciará una lucha que le permitirá vengarse de quienes lo mantuvieron prisionero y finalmente llevarlo cara a cara con El Poderoso, un duro enfrentamiento entre dos especialistas de las artes marciales y del que solo uno saldrá con vida.
Un trabajo muy bien hecho sin duda alguna, tanto la película en sí como la elaboración de toda la historia en torno a su rodaje, imperdible la entrevista a Pier Paolo Marzolini o el detalle de mencionar que el guión está basado en una obra de Jorge Luis Borges. No debería defraudar a ningún fanático del cine de bajo presupuesto. Y si les gustó el aspecto del poster de la película por ser fiel al estilo de esos años, la versión gala bien podría tener a Melman codeándose con nombres como Jean Gabin, Jean-Louis Trintignant o Michel Constantin en un polar francés.
Tráiler:
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