La película empieza precisamente con lo que sería el final de la película de Tod Browning. Vemos el cadáver del conde Drácula con la estaca y allí se encuentra el profesor Von Helsing, interpretado nuevamente por Edward Van Sloan (una pequeña inconsistencia en este punto, dado que en la película de 1931 su personaje llevaba el nombre de Van Helsing). Sin embargo la escena no es exacta, Von Helsing está solo junto a los cadáveres de Drácula y Renfield, no hay rastro alguno de Jonathan, Mina o el doctor Seward ni son mencionados en ningún momento de la trama.
Quienes sí hacen acto de presencia son dos oficiales de la Policía y se llevan detenido al eminente profesor, porque seamos sinceros, ese cuento de clavarle una estaca en el pecho a un hombre porque era un vampiro que tenía 500 años sembrando el terror no es un argumento que pueda sostenerse ante las fuerzas del orden.
Los primeros compases de Dracula's Daughter transcurren por esos derroteros, pensando en el inminente juicio que se celebrará en contra de Von Helsing y la posibilidad de que sea condenado a la horca o, si determinan que está loco, a pasar el resto de sus días en un manicomio. Para su defensa llama a un viejo alumno y ahora un reconocido psiquiatra, el doctor Jeffrey Garth (Otto Kruger), a quien considera el único capaz de sacarlo de ese embrollo.
Simultáneamente entra en escena una misteriosa mujer que más adelante descubriremos que es la condesa Marya Zaleska (Gloria Holden). Ella llega al sitio en donde están custodiando los cuerpos de Drácula y Renfield y se roba el del conde. Su objetivo es llevar a cabo un ritual para destruir por completo sus restos y romper así el influjo que ejerce sobre ella.
No es sino hasta el final de la película que afirma ser la hija de Drácula, pero en este punto basta con saber que padece los mismos impulsos que su predecesor y que el ritual que realizó con la ayuda de su fiel Sandor (Irving Pichel) no ha servido de nada. En consecuencia ella también busca entrar en contacto con el doctor Garth para que la ayude a liberar su mente.
Garth, sin conocer los pormenores del caso, se muestra bastante interesado en ayudar a la aristócrata húngara, pero no puede dedicarse de lleno a la tarea porque están ocurriendo unos extraños crímenes en los que las víctimas aparecen desangradas y con dos pequeñas marcas en sus cuellos. ¿Les suena?
Ya en ese punto la propia condesa está resignada a su situación y sabe que la psiquiatría moderna tampoco podrá ayudarla. Pero toda esta aventura la ha obsesionado con el doctor Garth, por lo que idea otro plan, convencerlo de marcharse con ella y a cambio recibir el regalo de la vida eterna. Quién podría resistirse, ¿eh?
Dracula's Daughter en un principio era una producción mucho más ambiciosa de lo que terminó siendo. La intención original era que Bela Lugosi retomara su famoso personaje y se especulaba con la inclusión de Boris Karloff en la historia, pero Lugosi exigió mucho más dinero que el que recibió por la película de 1931 y la película tomó otro rumbo. Aun así, con un presupuesto de 278000 dólares fue una de las producciones más costosas que Universal realizó durante la década de 1930.
No está entre los mejores largometrajes dentro del ciclo de terror de Universal, pero es entretenida y sirve para pasar un rato agradable si han disfrutado con otras películas de la época. Además, por si necesitan otros incentivos, el DVD tiene una excelente calidad de imagen y hay disponibles subtítulos en nuestro idioma.
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