8 de febrero de 2010

Birdemic: Shock and Terror (2008)

Para bien o para mal, el mundo del cine nunca deja de sorprenderme. En lo que respecta a la cuestión que nos atañe hoy día, cada vez que siento que he descubierto lo peor de lo peor del séptimo arte, al poco tiempo siempre aparece otra cinta que la supera con creces.

El caso de Birdemic: Shock and Terror es tan especial, que mientras la veía sólo pensaba en cómo era posible que al director y a los actores no les diera vergüenza participar en una producción de un nivel tan pobre. Las actuaciones son las habituales de una película amateur; la trama se desarrolla a paso de tortuga, al punto que puedo afirmar sin exagerar que no sucede absolutamente nada durante los primeros 45 minutos; por otro parte, los efectos especiales son los más ridículos que haya visto en mi vida.




El argumento es bastante básico: sin aparente motivo alguno, centenares de águilas comienzan a atacar a los seres humanos. En un par de oportunidades, primero en boca de un científico y luego por parte de un hippie, se le atribuye la culpa al calentamiento global, pero Birdemic es una película demasiado inepta como para crear conciencia. Aunque no lo dicen en la película, se puede inferir que estas aves son terroristas suicidas, puesto que cada vez que impactan contra alguna estructura explotan.

Para ser honesto, creo que solamente debe ser vista por personas que sientan la imperiosa necesidad de verla para comprobar si es tan mala así. Al finalizar, sentí que su director me había quedado debiendo dinero por haberme sometido a semejante suplicio durante más de 90 minutos.

Trailer:

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