Rumbo a la oscuridad (1992)

El día de hoy tendremos de la oportunidad de hablar acerca de otra película uruguaya, Rumbo a la oscuridad, que al igual que Plenilunio fue dirigida por Ricardo Islas.

Esta historia de ciencia ficción con tintes de terror comienza con un grupo de jóvenes y adultos que se reúnen en Colonia con el fin de comunicarse con seres extraterrestres. El contacto es realizado a través de una pequeña de 12 años, quien es poseída temporalmente y durante esos instantes escribe los mensajes enviados por esta misteriosa y avanzada civilización.

Con gran similitud a lo predicho en el Apocalipsis bíblico, los "amiguitos de la luz" (como los llaman los ingenuos miembros del grupo) anuncian con fecha exacta un período de 3 noches y 3 días durante el cual en la Tierra reinará una penumbra absoluta y que servirá como un proceso de purificación y cambio para el planeta.

Ricardo Islas nuevamente se aventura a combinar la dirección y la actuación interpretando a Luis, un enigmático viajero vestido de negro que sin suerte intenta alertar acerca de los peligros que tendría el eventual encuentro inicial concertado por los alienígenas y la verdad detrás de los venideros días de oscuridad.

Una vez que los extraterrestres realizan el primer contacto con los terrícolas, se inicia un agresivo proceso de ocupación al tiempo que Luis, un sacerdote y una de las integrantes del ya mencionado grupo, intentan defenderse de la mejor manera posible.

Una simbología digna del expresionismo alemán: extraterrestres pisoteando a nuestra civilización.

 

Un disparo al más puro estilo de Terminator II

 La importancia de tener un crucifijo a la mano

A pesar del nivel aficionado de las actuaciones, la historia transcurre con buen ritmo y el argumento es bastante interesante, teniendo cierto aire a Invasion of the Body Snatchers. Por otra parte supongo que fue por cuestiones de presupuesto que en ningún momento llegamos a ver a los extraterrestres en su forma real, y todo se limita a efectos de luz y a su presencia dentro de cuerpos humanos.

No, no es un banquete de cocaína, es sangre alienígena.

Lo único que lamento es que al final todo queda abierto para una continuación, y repasando la filmografía de Ricardo Islas en IMDb, pareciera que nunca llegó a rodarse.