Un grupo de jóvenes pasa los días divirtiéndose a la orilla de la playa sin importarle el resto del mundo y las responsabilidades de la vida adulta. Entre ese grupo destaca Richard (Arnold Lessing), hijo de un científico local, quien ha preferido entregarse a esa vida díscola en lugar de continuar junto a su padre trabajando en el laboratorio. Durante una de esas mañanas de baile y surf, una de las chicas del grupo es asesinada por un escalofriante monstruo marino que inmediatamente pone en alerta a la policía y la comunidad en general.
Quizás exageré un poco con lo de escalofriante, pero al menos lo de marino sí pareciera ser correcto.
En eso exclusivamente se va la película, tengan en cuenta que dura solamente 1 hora y que incluye varias escenas prescindibles de bailes, canciones y chistes. Es como ver una versión condensada y con actores blancos de la típica película de Bollywood. La trama es un tanto ingenua como a menudo ocurre en estas producciones y me hace preguntarme si las personas que las vieron en esos años realmente se asustaban o si solamente se divertían con ellas como ahora hacemos nosotros.
Aquí pueden detallar qué feos tenía los dedos de los pies la víctima. Ah, y las heridas que tiene en el rostro.
Luego llega el desenlace y al menos a mí me dejó la sensación de haber estado viendo un episodio de Scooby-Doo en blanco y negro y con personajes de carne y hueso. No quiero soltar un spoiler mayor, pero creo que me comprenderán cuando la vean y se descubra el misterio del monstruo.