Wonder Women (1973)

Damos inicio a la semana con una coproducción filipino-estadounidense de los años 70 que combina varios de los elementos característicos del mejor cine B. Tenemos a una científica loca con planes imposibles ayudada por un batallón de mujeres lindas y sexys con las que hará frente a un galanazo sobreactuado que busca detenerla a como dé lugar.

La científica que les menciono es la eminente doctora Tsu (Nancy Kwan). Una mujer de un gran genio que opera en una remota isla y que ha hecho posibles —y de una forma relativamente sencilla— los trasplantes de cerebro y cualquier otro órgano; lo que en consecuencia hace que sus clientes sean personas adineradas pero muy enfermas o de avanzada edad, que buscan en ella la posibilidad de iniciar una nueva vida con salud y juventud.

La mente criminal que da vida a esta película.

Para llevar a cabos sus trasplantes  la doctora Tsu requiere de materia viva, nada de andar por ahí profanando tumbas o robando morgues como algunos de sus predecesores, ella requiere material de primerísima calidad y por ello envía a sus guerreras a secuestrar deportistas de primer nivel.

Quizás lo más llamativo de esta película sea la presencia de Sid Haig, el hombre encargado de dar vida al Capitán Spaulding en varias películas de Rob Zombie. En Wonder Women lo vemos muy a gusto atendiendo asuntos burocráticos varios y sirviendo a los chanchullos de la Dra. Tsu.

En la escena a la que corresponde la imagen anterior, Gregorius (Haig) le informa a la doctora de un problema que ha surgido con uno de los atletas raptados, un jugador profesional de jai alai por el cual la aseguradora Lloyd's de Londres tendría que pagar una indemnización de 500 mil dólares en caso de no aparecer, así que han contratado los servicios de Mike Harber para dar con su paradero.

De esa manera entra en la historia este James Bond de bajo presupuesto, que es interpretado por Ross Hagen y a quien no le importa irse con la primera desconocida que se le cruza en el hotel aun cuando sabe que hay gente buscándolo por toda Manila para matarlo. Como era de esperarse, el interés de la señorita no estaba limitado a los encantos del protagonista y resulta ser Linda (Maria De Aragon), una de las colaboradoras de la Dra. Tsu y se encuentra ahí para acabar con la vida del entrometido Mike Harber. Al fallido intento de homicidio le sigue una torpe pelea en la habitación del hotel y una persecución por las calles de Manila, parte de ella a pie con Linda entaconada.

La persecución tiene un húmedo desenlace y a Linda no le queda más remedio que hablar y confesar en dónde se encuentra la guarida de la Dra. Tsu.

De ese modo, Mike Harber, impulsado por un gran sentido de la justicia y con un incentivo de 160 mil dólares, se dirige de forma inexorable a la isla de la siniestra e implacable Dra. Tsu a hacerle frente a un grupo de jovencitas en minifaldas y los fallidos experimentos de la científica.

Dentro de los experimentos de la doctora Tsu merece una mención aparte su máquina para tener "sexo cerebral" y prescindir de ese sexo tan primitivo que practicamos los seres humanos. La visita de Harber a su isla le sirve de oportunidad para hacerle una demostración de esta novedosa tecnología y llevarlo al éxtasis.

Esta película la vi en VHS bajo el título alternativo de The Deadly and the Beautiful; sin embargo, revisando Amazon mientras escribía esta reseña, vi que finalmente estará disponible en DVD a partir del 18 de junio del presente año: http://amzn.com/B00C6ATG0W. A pesar de su nula calidad cinematográfica y contar con las que quizás sean las peores peleas de artes marciales que haya visto, la película es "buenísima", me despido con el trailer para que lo comprueben por ustedes mismos.