El formato de la película inicia de una forma similar al que veríamos unos años más tarde en la serie de televisión Cuentos de la cripta, con la salvedad de que aquí el guardián tiene nombre, Igor, y se encuentra acompañado por unos buitres muy parlanchines. Las dos primeras historias me dejaron bastante indiferente, pero la tercera me gustó tanto que, sumado al hecho de tratarse de una rareza, me motivó a darle cabida aquí en el blog.
La primera historia fue dirigida por Thom McIntyre y se titula "Sangre joven". Es la historia de una misteriosa pareja de nobles provenientes de Europa del Este decidida a adoptar un niño, pero para ello los condes exigen que el proceso se lleve a cabo de noche y sin salir de su tenebrosa mansión. La Sra. Marquette (Fran Taylor), trabajadora social del orfanato, cede rápidamente ante los encantos del Conde (Bob Bloodworth) y accede a sus exigencias; sin embargo, su compañero, el Sr. Dudley (Kevin Campbell), se muestra más reticente respecto a la idoneidad de esta pareja.
Dudley finalmente sucumbe ante la insistencia de los posibles padres adoptivos y su compañera y les entrega un niño, no sin antes advertirles que se trata de un muchacho problemático. Los nuevos padres no le hacen mayor caso al aviso, pero al caer la noche descubrirán el verdadero peligro que entraña el nuevo miembro de la familia. Historia predecible si están familiarizados con el cine y literatura de vampiros y saben cuáles son sus rivales por excelencia.
La segunda lleva el nombre de "Los guardianes" y la dirigió Worth Keeter. En esta historia dos tipos de mal vivir, Charley (Terry Laughlin) y Freddie (Leon Rippy), le sacan conversación al sepultutero del pueblo para saber en dónde fue enterrada una mujer acaudalada, para así luego ir ellos a profanar la tumba y robar sus joyas.
Envalentonados por el éxito del primer golpe visitan nuevamente a Nigel (William Hicks), esta vez sin ocultar sus segundas intenciones, y le obligan a confesarles dónde se encuentra la entrada a unas catacumbas donde se encuentran grandes tesoros. Viendo peligrar su vida les revela el secreto, aunque además les menciona la maldición que pesa sobre ese lugar. Los dos rufianes hacen caso omiso y se dirigen al lugar, ¿pero conseguirán escapar con vida de ese espeluznante sitio?
Como ya les dije mi favorito fue el tercer relato, titulado "Visions of Sugar Plums" (algo así como "Alucinaciones de caramelo") y dirigido por Tom Durham. Comienza con una pareja y sus dos hijos viajando en carretera hacia la casa de la abuela (Helene Tryon), el plan es dejar a los pequeños Dennis (Neal Powell) y Susy (Kathy O'Toole) allí mientras los papás se van unos días a Hawái para regresar en la víspera de Navidad.
En un principio todo marcha estupendamente y esta anciana discapacitada da lo mejor de sí para mantener entretenidos a sus dos nietos. Al final de cada día la vemos tomar sus medicamentos, los cuales por lo visto eran los responsables de mantenerla cuerda y funcional, porque al llegar la tercera noche descubre que se le terminaron las pastillas y desde la mañana siguiente da rienda suelta a la locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario