Veerana es un largometraje dirigido por los hermanos Shyam Ramsay y Tulsi Ramsay y que, al igual que otras producciones de ese país, combina diversos géneros además de canciones y bailes. Diría que en ella encontrarán elementos de acción, al incluir secuencias de peleas entre la familia protagonista y los adoradores de Satanás; comedia, por todas las tonterías del aspirante a director de cine que se hace llamar Hitchcock (Satish Shah); y terror, que es el elemento más importante de Veerana al girar la historia en torno a la bruja Nikita y su culto de fieles seguidores.
Iniciamos con el relato de un hombre sobre la historia de cierta bruja que habita en el bosque y que disfruta seduciendo hombres para posteriormente asesinarlos. Sameer (Vijayendra Ghatge) se encuentra presente en ese momento y afirma no creer en tales cosas, pero de igual manera irá al bosque para acabar con esa bruja si realmente existe.
La misión resulta ser mucho más sencilla de lo que uno podría esperar del enfrentamiento con una bruja tan poderosa y astuta como decían que era Nikita, por lo que por unos instantes me pregunté en qué podría ocuparse las 2 horas que restaban de película. La respuesta la hallamos en la venganza de Baba (Rajesh Vivek), el sacerdote del culto de esta bruja, quien no descansará hasta que todos los integrantes de la familia Pratap hayan fallecido como castigo por haber ejecutado a Nikita.
El primer paso del plan de Baba es tan sutil como efectivo. Aprovecha que Sameer llevaba a la escuela a Jasmin (interpretada por una actriz conocida a secas por el mismo nombre), la hija de Thakur Mahendra Pratap (Kulbhushan Kharbanda), para emboscarlos y con esa maniobra acabar con Sameer, realizar un ritual para que el espíritu de Nikita posea al de la niña y, por último, infiltrarse en la casa de la familia Pratap, haciéndose pasar por un buen samaritano que rescató a la pequeña después que ella y su tío se vieran involucrados en un trágico accidente.
Todo esto ocurre en el pasado. De vuelta al presente Jasmin es ya una adulta y desde aquel incidente siempre ha tenido inexplicables episodios psicóticos de los que posteriormente no tiene ningún recuerdo. Raghu (Gulshan Grover), uno de los sirvientes de Thakur, sospecha de ella no solo por esas extrañas manifestaciones sino también por sus largos paseos en el bosque que siempre vienen acompañados por la aparición de algún cadáver masculino. Sin embargo, nadie le hace mayor caso a sus insinuaciones y Baba sigue adelante con su siniestro plan. Pero para no correr riesgos Raghu debe recibir su merecido.
Tras la desaparición de su padre y el mal ambiente reinante en la casa, Thakur decidió que lo más conveniente para su sobrina Sahila (Sahila Chaddha) era que se fuera a estudiar a otro estado bajo el cuidado de su abuela. Sahila se encuentra ya en la universidad y ha obtenido las mejores calificaciones; como premio a su excelente rendimiento académico su tío la invita a su mansión para pasar ahí sus vacaciones. El viaje de reencuentro familiar lo emprende en compañía de su primo Hitchcock y en el camino conocen a Hemant (Hemant Birje), quien los rescata de las garras de un gigante enviado por Baba para acabar con ellos antes de llegar a la casa Pratap.
Hemant se queda con ellos bajo la promesa de un empleo en alguna de las fábricas del tío. Esta gente de la India es muy extraña, porque apenas Thakur lo conoce le dice que necesita un hombre de confianza para que vele por sus intereses y que en adelante no lo llame señor Thakur sino que le diga padre. Afortunadamente Hemant sí resulta ser de fiar y es el que comienza a sospechar de Baba por los misteriosos paseos que da a la medianoche. Por lo tanto él y Sahila deciden seguirlo una noche (aunque se ve que es de día en la filmación, pequeños detalles sin importancia) y llegan hasta el templo de Nikita, donde son emboscados y capturados por sus seguidores.
El torpe y cobarde Hitchcock logra rescatarlos de una muerte segura y regresan a la casa de Thakur Pratap, solo para descubrir que Jasmin ha sido raptada por Baba para realizar el ritual definitivo que le permita al espíritu de Nikita encarnarse de nuevo y regresar al mundo de los vivos. Algo así como Lopan en Rescate en el barrio chino. Así que nuestros héroes deben volver a la guarida de Baba y romper el hechizo que desde hace años controla a Jasmin antes de que sea demasiado tarde.
La batalla final es bastante extensa, cuando uno cree que ya se ha alcanzado el clímax resulta que todavía quedan escollos por superar, pero es parte del encanto de Bollywood y sus películas interminables. Si no tienen problemas con sus 135 minutos duración y la presencia de canciones, seguro que pasarán un rato entretenido con Veerana.
Tráiler:
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