Me llena de dicha cada vez que tengo la oportunidad de ver una de las películas que integran la lista de las 100 peores de IMDb, especialmente cuando se trata de clásicos de los años '50 y '60, como ocurriera recientemente con la publicación de la reseña de The Beast of Yucca Flats.
La premisa es la de siempre: una producción marcada por el infortunio, un presupuesto casi inexistente, un grupo de trabajo con una candidez que es inversamente proporcional a su talento, pobre fotografía, peor edición, etc.
Dicen los rumores que Vic Savage, padre de la criatura, contaba con un mejor monstruo pero que éste fue robado poco antes de iniciar la filmación. Es algo que pudiera creerme si el poco convincente monstruo fuese el único problema de The Creeping Terror, pero los despropósitos son tantos que sospecho que se trata de un rumor que echó a rodar el mismo Vic Savage intentando suavizar las críticas. Leyendo comentarios en inglés he visto que describen al monstruo como un simple montón de alfombra; yo por mi parte agregaría que en algunas escenas parece uno de esos dragones de los desfiles chinos, incluso se alcanzan a ver los pies de las personas que lo llevan.
Algo bueno tiene el monstruo, se mimetiza con el paisaje.
Eso que parece un poco de estopa es el monstruo. No es de extrañar que lo asocien con un montón de alfombra.