Nunca lo he mencionado en este blog, pero una de mis películas favoritas es Rescate en el barrio chino, probablemente la haya visto ya un centenar de veces y todavía no me canso de verla. Sin embargo, siempre que llega el final entro en un fuerte estado de tristeza y ansiedad al pensar que John Carpenter nunca se animó a rodar una continuación de la película. Afortunadamente Germán Magariños sabe complacer a sus fans y 6 años más tarde ha vuelto a darle vida a este vengador enmascarado que hace frente al totalitarismo que busca imponerse en Argentina.
Antes de entrar de lleno en materia, vale destacar que el poster y los dibujos de la película fueron realizados por Mauro Salmaso de Venezuela, lo que convierte a Sadomaster Locura General en toda una producción internacional. Los colores del poster corrieron por cuenta de Pablo Parés.
La película inicia con imágenes de archivo que demuestran el deterioro en el que se encontraba la sociedad argentina tras años de caos y libertinaje, lo que finalmente contribuyó en gran medida al ascenso de Mauricio Beccar Varela. Sí señores, Beccar Varela es ahora presidente, el presidente que salvó al país.
En los primeros compases de la cinta también aparece Sadomaster, quien es atacado por el GayKiller 1500 durante un enfrentamiento con elementos leales al gobierno.
El GayKiller 1500 merece una mención especial en esta reseña puesto que se trata de una maravilla ingenieril construida con tecnología argentina. Un policía electrónico cuya misión es acabar sistemáticamente con todos los judíos, negros, homosexuales y comunistas, en fin, todos esos personajes que impiden la creación de la patria grande con la que soñaron los próceres de aquel país.
Y ya que hemos tocado el tema de la tecnología argentina, gracias a ella Noriega está de nuevo ejerciendo como mano derecha de Beccar Varela. Tras el trágico desenlace que tuvo en la primera parte, los médicos argentinos le implantaron partes cibernéticas en una cirugía reparadora que después requirió de 9 meses de rehabilitación para volver a ser el mismo de antes.