Películas B

Las producciones más geniales del séptimo arte

El día de hoy comentaremos otra de esas películas que para muchos se lleva el honor de ser la peor de las peores. Siendo eso subjetivo, lo que sí es un hecho es que The Beast of Yucca Flats se encuentra en la lista de las 100 peores de IMDb.


Interpretando a la bestia tenemos a Tor Johnson, quien tras desempeñarse exitosamente como muerto viviente en Plan 9 From Outer Space, regresa ahora con muchos más minutos en pantalla haciendo lo que él mejor sabe hacer: asustar con su sola apariencia. Pero el bueno de Tor no siempre fue así, originalmente se trataba de Joseph Javorsky, un notable científico soviético que había escapado de la Cortina de Hierro, pero siendo perseguido por agentes de la KGB terminó en un área de pruebas atómicas y la radiación de una explosión lo convirtió en una bestia sedienta de sangre.

El gran Tor Johnson (medía 1,91 metros)

A pesar de tratarse de una producción de 1961, filmada en plena era del cine sonoro, se ve que sus creadores tuvieron que lidiar con las mismas limitaciones técnicas que Hal Warren en Manos: The Hands of Fate. La película fue grabada sin sonido alguno y los efectos y diálogos fueron añadidos posteriormente durante la edición.

Pero a diferencia de Manos e incluso Love After Death, acá los diálogos son únicamente los justos y casualmente ocurren cuando no se ve el rostro de la persona que habla. El resto de la trama es sostenida mediante un narrador (Coleman Francis, director, productor e intérprete de dos personajes en la historia) que comenta los distintos acontecimientos, en ocasiones repitiendo líneas ya dichas, quizás para evitar que el espectador se aburra ante la carencia de diálogos.

Ni siquiera los estrangulados gritan

Dos detalles en los que reparé tras ver The Beast of Yucca Flats.
  • ¿Quién es el responsable de la muerte del inicio? La bestia jamás abandona el desierto a lo largo de la película.

  • En un momento el narrador menciona que llevan 20 horas dándole cacería al asesino y son apenas dos oficiales que no han hablado con nadie más, ¿cómo es posible que la noticia ya esté en los diarios?

Tras el gran éxito a nivel mundial que significó el estreno en 1982 de ET de Steven Spielberg, en distintos países pusieron en marcha la fotocopiadora intentando sumarse a la onda de los extraterrestres amigables. La propuesta argentina vio la luz un año después bajo el nombre de "Los extraterrestres", historia protagonizada por los comediantes Jorge Porcel y Alberto Olmedo y acompañados por un carismático visitante del espacio exterior bautizado como Monguito.


Pero a diferencia de lo que ocurre usualmente con las imitaciones, Monguito no tiene nada que envidiarle al extraterrestre original. Si ET levanta en vuelo a una bicicleta, Monguito levanta todo un auto con sus cuatro pasajeros; si ET necesita diseñar un equipo para llamar a casa, Monguito anuncia su decisión de volver en perfecto acento porteño.


La película como tal, una combinación de fantasía, ciencia ficción y comedia, es bastante extraña al punto de incluir hasta un número musical de Pimpinela y un grupo de espías de presumible origen soviético que intenta bajo todos los medios de apoderarse de nuestro querido Monguito.

¿Creían que bromeaba?

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