La tercera película del mes es una producción de muy bajo presupuesto aunque con una interesante historia detrás de ella. Little Corey Gorey fue filmada durante 1989 pero no fue hasta el año 1993 que encontró un distribuidor interesado en adquirir los derechos comerciales. El problema, según relata su director y productor, Bill Morroni, es que dicho distribuidor lo estafó, nunca le dio el dinero acordado y la película terminó siendo una importante pérdida económica para él y todos aquellos que colaboraron en su realización.
Años más tarde Little Corey Gorey fue editada en DVD sin Morroni tener nada que ver en ello, con el agravante de que todo el gore fue eliminado, dando por resultado una aburrida comedia apta para todo público y 8 minutos más corta que la visión original del director. En cierto modo Bill Morroni obtuvo su venganza unos 15 años más tarde cuando se le ocurrió crear el sitio web littlecoreygorey.com, en donde la película puede verse online o descargarse de forma gratuita; además, si se sienten generosos, pueden donar la cantidad que esté a su alcance o comprar una copia en físico por 12,95 dólares.
Los padres del pequeño Corey Gorey (Todd Fortune) fallecieron y desde entonces vive bajo la custodia de su madrastra (Pat Gallagher) y en compañía de su hermanastro Biff (Greg Sachs), quienes no desaprovechan cualquier oportunidad para someterlo a toda clase de atropellos y vejaciones. La primera media hora de este largometraje consiste precisamente en mostrarnos los abusos sufridos por el protagonista mientras nos preguntamos cuánto más resistirá hasta alcanzar su punto de quiebre.
La respuesta llega la noche en la que Biff le roba a Corey sus entradas para el concierto de Ozzy Osbourne y no conforme con eso invita a Jackie (Brenda Pope), la chica de la que Corey se había enamorado. Lo que en un principio debía ser una simple riña entre dos hermanastros da un giro dramático cuando Biff atraviesa la puerta de vidrio de la ducha y uno de los pedazos cercena su brazo derecho. Un accidente que convierte de nuevo a Corey en una víctima de las circunstancias y lo obliga a tomar decisiones trascendentales para su futuro inmediato.