Películas B

Las producciones más geniales del séptimo arte

Continuamos el mes de enero con otra película erótica, en esta oportunidad una producción con guión y dirección de Ron García, quien actualmente es conocido por su nombre completo, Ronald Víctor García, y se ha desempeñado en entornos más serios como las series Numb3rs o Gilmore Girls. Asimismo se trata del guionista de uno de mis westerns favoritos: Machismo: 40 Graves for 40 Guns.


La película inicia de una forma muy peculiar, con los carteles de los créditos alternándose con juguetes infantiles, para seguidamente dar paso a las divagaciones de una rubia (Ann Perry, Donna en la película) mientras conduce bajo la lluvia y piensa en cómo en tan poco tiempo se ha convertido en una chica mala y perversa.


Con los pensamientos de Donna nos enteramos además de qué va el asunto. Ella se dirige rumbo a encontrarse con Ralph (Sean Kenney) para luego ir a otra de las fiestas organizadas por un hombre al que se refieren únicamente como Tío (Jack King), en donde las parejas asistentes le realizan una pequeña exhibición y luego él las premia con un obsequio que pueden tomar de la caja de juguetes.


Antes de entrar en acción, Donna recuerda cómo empezó todo para ella dos años atrás, en el día de su cumpleaños, cuando iba camino a una de las fiestas del Tío, no como participante sino desempeñándose como su secretaria. Sin embargo, Ralph le dijo que primero debía encargarse de unas diligencias y la dejó a ella en el auto con su regalo. ¡Sorpresa! Nada más y nada menos que un vibrador. Donna menciona que ella era virgen, pero eso no le impidió hacer uso de su obsequio y brindarnos una sesión de masturbación femenina.


The Toy Box es básicamente softcore con elementos psicodélicos propios de la época y algo de terror y ciencia ficción. Me dio la impresión de que la trama no es más que una excusa para exhibir a las mujeres que toman parte en ella con sus escenas de sexo simulado; pero eso no es que sea algo negativo si tenemos en cuenta algunas de las bellezas que integran el reparto. Está, por ejemplo, la famosa y bella Uschi Digart siendo acariciada en una de sus pechugas por una mano que sale de una caja y después la vemos muy erótica en una cama "poseída".


18.1.13

Death Dancers (1993)

Publicado por Marcel |

Comenzamos el año con un thriller erótico de principios de los '90 cuya calidad cinematográfica es de nivel similar a otras producciones que hemos reseñado recientemente en este blog como Burglar from Hell y Gore-Met Zombie Chef From Hell.


El argumento de Death Dancers es bastante confuso y hubo algunos personajes que todavía no me explico qué papel desempeñaban dentro de la trama, sin embargo creo que a grandes rasgos fui capaz de comprender la historia. Shannon (Deborah Dutch) es una asesina en serie de hombres que maltratan a sus mujeres. Ese comportamiento insano es producto de un trauma del pasado, cuando ella misma era la víctima de abusos físicos y psicológicos por parte de su marido y además se vio obligada a abortar. Pero su vida cambió desde el momento en que decidió acabar con la existencia de ese hombre y ahora es su propia jefa, manejando un próspero servicio de citas BDSM.

Shannon sufriendo (u orgasmándose) durante uno de sus trances.

Por otro lado tenemos a Will (Mitchell Scott), un policía encubierto que le sigue los pasos a Shannon gracias a un teléfono celular gigante. Will también esconde un oscuro pasado que el director gentilmente nos presenta a través de escenas en retrospectiva y gracias a las cuales descubrimos que años atrás perdió a la mujer que amaba y no ha conseguido superarlo.


Dichos momentos en retrospectiva con escenas en sepia o blanco y negro son un elemento característico y problemático de Death Dancers, especialmente cuando algunas de ellas se llegan a repetir a lo largo de la producción. De igual manera hay un exceso de secuencias en cámara lenta, lo que contribuye a que sus 90 minutos de duración terminen sintiéndose más extensos que cualquier drama existencial nepalí.

Para aumentar el sufrimiento del espectador, también hay flashbacks en cámara lenta.

A pesar de contar en el reparto con la exuberante Deborah Dutch y con la actriz porno Sunset Thomas cuando apenas había cumplido la mayoría de edad, la película es totalmente inefectiva en el plano erótico, que era donde más fácil lo tenía el director para dotar a su obra de algo de interés. Que alguien pueda obtener un resultado tan mediocre para una película de tinte erótico BDSM disponiendo de mujeres atractivas en los papeles principales es algo que simplemente escapa a mi comprensión.

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