The Last Dinosaur es una co-producción japonesa y estadounidense que igualmente fue co-dirigida por un representante de cada país: Alexander Grasshoff y Tsugunobu Kotani. En el rol principal está un ya sexagenario Richard Boone y lo acompaña una linda Joan Van Ark, en una de sus pocas incursiones fuera de las series de televisión.
Tendría que darle la razón a quien diga que la película no ha envejecido bien por el tema de los efectos especiales y la creación de los dinosaurios, pero a pesar de ello estamos ante una película que no es la típica producción de bajo presupuesto que ha llegado hasta nuestros días condenada a convertirse en una comedia no intencional. Masten Thrust Jr. (Boone) es un cazador y hombre de negocios acostumbrado a obtener todo lo que se propone y el más reciente objetivo que se ha trazado es el de capturar al último dinosaurio existente, nada más y nada menos que un ejemplar de Tiranosaurio rex.
Están en todo su derecho de preguntarse en este punto de dónde salió el dinosaurio en cuestión, aunque quizás la respuesta no los satisfaga. Chuck Wade es uno de los empleados de las Industrias Thrust y el único sobreviviente de una expedición que durante su viaje terminó en un mundo perdido, en donde un temible animal que se creía extinto devoró a todos sus compañeros. La explicación es presentada en una rueda de prensa donde a su vez Masten anuncia que él encabezará una nueva expedición para atrapar con vida al dinosaurio en cuestión, condición esta impuesta por el Dr. Kawamoto quien desea poder estudiar al especimen.
El grupo contará además con un representante de la prensa para que registre todo lo que vean y la elegida es la señorita Francesca Banks (Joan Van Ark), conocida por los amigos como Frankie. A Masten no le agrada en lo absoluto la idea, aduciendo que llevar mujeres a una excursión es de mala suerte, pero finalmente accede luego de que Frankie lo seduce hábilmente vistiéndose como una geisha y dándole una sesión de sexo y diapositivas.
Así la dejó el viril protagonista.
Para llegar a ese rincón olvidado de la prehistoria deben recurrir a tecnología de punta cortesía de Industrias Thrust. El artefacto es descrito como "polar borer", que vendría a ser una especie de taladro empleado en este caso para atravesar el volcán que se encuentra al fondo de un lago. Con las siguientes imágenes les quedará todo claro.
Habiendo arribado a su destino se consiguen no solo con el hogar del anhelado tiranosaurio, sino que son recibidos por la embestida de un uintaterio y también se encuentran allí a unos hombres primitivos, curiosamente todos con aspecto nipón, que igualmente supondrán un obstáculo para sus aspiraciones.