Películas B

Las producciones más geniales del séptimo arte

13.11.16

Paganini Horror (1989)

Publicado por Marcel |

La tercera reseña del mes de noviembre corresponde a una no tan conocida película italiana de terror titulada Paganini Horror, dirigida por Luigi Cozzi, quien se encargó también del guión con la colaboración de Daria Nicolodi, una de las protagonistas de este spaghetti horror.


La escena de apertura nos presenta a una niña tocando el violín y cuando concluye la pieza que interpretaba entra al cuarto de baño donde su madre se encuentra sumergida en la tina. Hablan sobre las clases de violín de la pequeña y la mamá le da permiso para jugar si ya cumplió con sus deberes. La niña se limita a meter en la bañera una muñeca de aspecto terrorífico y después empieza a secarla con un secador de pelo. Actividad que deja a medias para satisfacer el impulso de arrojar el dispositivo al agua, lo que causa la electrocución y muerte de su madre en medio de horribles efectos especiales.


La siguiente escena es en un estudio de grabación en donde un grupo conformado por tres chicas graba una canción mientras corren los créditos de presentación de la película. Sin embargo, son interrumpidas por Lavinia (Maria Cristina Mastrangeli), su mánager, quien en pocas palabras les indica que el tema es una basura que no merece ser grabada.


Tras una acalorada discusión entre Lavinia y Kate (Jasmine Main), vocalista y líder de la banda, Daniel (Pascal Persiano), el baterista de sesión, decide comprarle a un misterioso individuo un pergamino perdido que supuestamente perteneció al violinista italiano Niccolò Paganini. En caso de que el espectador necesite más pistas sobre esta transacción, la contraseña del maletín en el que se encuentra el pergamino de esta pieza nunca antes publicada es 666.


Seguidamente vemos a Daniel tocando en piano Paganini Horror para Lavinia y Kate, con ambas amando la composición y seguras de su éxito una vez adaptada al estilo del grupo. Lavinia, entusiasmada, decide incluso rodar un videoclip para su lanzamiento y planea darle una ambientación de terror para sacarle provecho a la leyenda que cuenta que Niccolò Paganini le vendió su alma al diablo a cambio de tener un gran éxito como violinista. Para tal fin contratará a Mark Singer (Pietro Genuardi), famoso director de películas de terror, y realizarán el rodaje en una vieja mansión conocida como La casa di sol, en donde por siglos habitaron genios de diversas áreas del conocimiento y que ahora es propiedad de una conocida suya, Sylvia Hackett (Daria Nicolodi).


Después de todo este preámbulo, y ya instalados en la casa para filmar el video, ocurre algo típico de las películas de terror. Rita (Luana Ravegnini), la bajista del grupo, le dice a Kate y Elena (Michel Klippstein) que se adelanten, ya ella las alcanzará en lo que termine de arreglarse. Apenas se queda sola en la habitación es sorprendida por un enmascarado que porta un violín del que sale una cuchilla y acto seguido el trío se convierte en dúo.


8.11.16

The Mutilator (1984)

Publicado por Marcel |

En pleno auge del género slasher, un abogado llamado Buddy Cooper decidió probar suerte y rodar una película durante el año 1983, la cual fue estrenada inicialmente bajo el título de Fall Break pero después fue rebautizada como The Mutilator al momento de ser distribuida en video.


Buddy Cooper no solo fue el director de la que sería su única incursión cinematográfica, sino que además se encargó de escribir el guión, producirla y tener un cameo en ella. En la aventura lo acompañaría un grupo de actores inexpertos que en su mayoría no volvió a particupar en ninguna otra película. Una receta que parecía tener todo listo para generar una nueva Manos, pero por lo visto este abogado sabía algo más de cine que Harold P. Warren y el producto final tiene un aspecto más profesional.


La película abre con una excelente escena en el pasado con el protagonista y su mamá (Pamela Weddle Cooper) encargándose de los preparativos para celebrar el cumpleaños del hombre de la casa. Mientras la madre prepara la torta, el pequeño Ed (interpretado en su versión joven por Trace Cooper) decide sorprender a su padre, un aficionado a la cacería, dejando sus armas relucientes. Durante la limpieza de una de las escopetas Ed se pone a jugar con ella sin saber que estaba cargada, se le escapa un tiro y mata a su madre en el acto. A los minutos llega el padre (Jack Chatham) y se encuentra con la horrible escena y arremete contra su hijo para luego, en medio del colapso nervioso, ponerse a beber en compañía del cadáver.


Unos diez años más tarde Ed ya ha alcanzado la mayoría de edad y está asistiendo a la universidad, si bien para el momento en que ocurre la historia está disfrutando junto a sus amigos de unas breves vacaciones otoñales. De ahí el título inicial de la película, tal vez tratando de usar un nombre que pudiera asociarse con producciones famosas como Halloween o My Bloody Valentine. En particular en esta escena es donde más se nota el amateurismo de los participantes por la poca naturalidad de sus diálogos; aunque por supuesto algo de culpa recae también sobre el guión que los hace pronunciar esas líneas que se sienten algo forzadas a la hora de explicar el pasado del protagonista.


Mientras Ed (Matt Mitler) y sus amigos se lamentan por lo aburridas que están siendo sus vacaciones, este recibe una llamada telefónica de su padre, con el que da a entender que nunca volvió a tener una buena relación desde aquel fatídico día, quien le pide que vaya a su chalet de la playa a encargarse de prepararlo todo para el invierno, ya que él no puede hacerlo porque está enfermo. En un primer momento Ed se niega a ayudarlo, pero sus amigos lo ven como la oportunidad de pasar unos días en la playa y hacer algo diferente, por lo que al final accede. Después de esta larga doble escena de apertura que se extiende por 10 minutos, aparecen los créditos y con ellos una canción tan alegre que hace pensar más en alguna comedia típica de esos años que en las inminentes muertes de estos personajes. La canción se titula Fall Break y es interpretada por Peter Yellen and The Breakers (uno de los miembros del grupo es... Buddy Cooper).


Una vez en el lugar se encuentran con que la casa está abierta y en ella hay las que parecieran ser las secuelas de una fiesta donde hubo grandes cantidades de alcohol. Sus amigos opinan que tal vez unos vándalos se metieron en la propiedad aprovechando que estaba desocupada y su novia (Ruth Martinez) le insiste que debería reportarlo a las autoridades, sin embargo Ed no le da importancia y les asegura que todo ese desorden debió ser obra de su papá y sus amigos borrachines. Durante el recorrido en el que le muestra a sus compañeros todas la colección de armas y trofeos de su padre nota que falta el hacha de guerra, pero del mismo modo concluye que debió llevársela su padre y no vale la pena denunciar su pérdida. Qué sería de este género si los personajes no tomaran malas decisiones, ¿eh?

Pobre Sue, no se imagina lo que le espera.

Ya que hablamos de malas decisiones, después de instalarse en sus respectivas habitaciones, la pareja conformada por Mike (Morey Lampley) y Linda (Frances Raines) se separa del resto del grupo para visitar la piscina y ahí son alcanzados por el asesino. La primera muerte da pie a una de las grandes incongruencias de The Mutilator. Mientras Linda disfruta del agua, es halada hacia abajo por dos manos el tiempo suficiente para ahogarla, luego el asesino sale de la piscina con el cuerpo a cuestas, regresa para robarse la ropa y en ningún momento Mike nota lo que está pasando. Solo sale del agua porque cree que Linda le está jugando una broma al haberle escondido su ropa. Por ser tan despistado no le auguro una larga vida.

3.11.16

Giant from the Unknown (1958)

Publicado por Marcel |

El penúltimo mes del año comienza con una vieja película de terror y ciencia ficción de bajo presupuesto tan típica de los años 50. En este caso hablaremos de Giant from the Unknown de Richard E. Cunha.


Como es costumbre en estas producciones que duran poco más de una hora, la acción comienza desde el primer minuto y nos encontramos con los habitantes de un pueblo visiblemente alterados por una serie de siniestros acontecimientos que han ocurrido durante los últimos días en el lugar. En un principio habían sido solo algunas reses que habían aparecidos brutalmente mutiladas, pero el estado de alarma aumenta cuando la siguiente pasa a ser uno de los lugareños, el señor Harold Banks, igualmente asesinado de forma salvaje.


El nerviosismo y la superstición se apoderan de los presentes y le exigen al sheriff Parker (Bob Steele) que haga algo, aunque sin demasiada esperanza porque atribuyen lo sucedido a una vieja maldición india que indicaba que un día se levantarían de sus tumbas y se vengarían del hombre blanco. No ayuda que el sitio donde han ocurrido las muertes, conocido como El peñasco del Diablo, se encuentre sobre un viejo cementerio indio.


El sheriff Parker no hace caso a estas supercherías y busca resolver los delitos apartado de lo sobrenatural mas no así de los prejuicios, puesto que sin mayores evidencias intenta endilgarle los crímenes a Wayne Brooks (Ed Kemmer), un científico que tiene poco tiempo en el pueblo y que nunca le ha caído del todo bien; además que algunos testigos afirman que tuvo una fuerte discusión con la víctima la semana anterior.


Tras esa escena inicial llegan al pueblo el doctor Frederick Cleveland (Morris Ankrum) y su hija Janet (Sally Fraser), con el objetivo de realizar unas excavaciones en el lugar para demostrar su teoría de que a América habían llegado colonizadores europeos mucho años antes que Cristóbal Colón. De forma casual se topa con ellos Wayne Brooks y reconoce al profesor Cleveland por haber asistido como oyente a algunas de sus clases de arqueología en la universidad. Debido a eso y ayudado por el flechazo que recibe al conocer a Janet, Wayne se pone a la entera disposición del viejo científico para servirle de guía en el lugar.

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