Películas B

Después de tantos comentarios de burla que le dediqué a los directores Andy Milligan y Al Adamson por sus diversos aportes al mundo del cine, creo que ahora sí he descubierto al máximo exponente en lo que respecta a producciones nefastas: Jerry Warren.

Fueron dos las razones que hicieron que me decidiera a ver Curse of the Stone Hand. Primero, la participación del gran John Carradine, un icono del cine B; y en segundo lugar por el hecho de tener apenas 1,4/10 en IMDb con solamente 25 votos. Al terminar de verla lo único positivo que pude concluir es que al menos me serviría de material para el blog.

Desde hace rato estoy pensando en los puntos que debería mencionar en esta reseña y todavía no sé muy bien por donde empezar o si seré capaz de transmitir todo con la claridad necesaria. Antes que nada considero que es necesario explicar por qué siento que con Jerry Warren he llegado al non plus ultra de las aberraciones cinematográficas. Para ello comenzaré haciendo referencia a la sinopsis que aparece en IMDb: "Una mano incorpórea que se arrastra, comete asesinatos". Lo único cierto en esa oración es que en varias escenas aparece una mano; pero al ser de piedra no se arrastra y de paso no la vi cometer un asesinato alguno, porque el doble homicidio de matar la película y matarme a mí de aburrimiento planeo imputárselo a Jerry Warren.



Lo otro que no puedo pasar por alto es la sensación final de no haber visto nada. La película tiene dos segmentos sin aparente relación entre ellos, pero honestamente no podría decir a ciencia cierta de qué trata cada uno. El primero recibe el nombre de The Suicide Club, en donde un grupo de caballeros se reúne a jugar un peculiar juego de cartas y al final uno de ellos se suicida. El segundo parece que fue bautizado como House of Gloom, pero simplemente no recuerdo nada de lo que allí ocurre y no tengo intenciones de volver a poner el archivo para refrescarme la memoria.

Anonadado como estaba tras la visualización de la película, sentí la imperiosa necesidad de informarme acerca de la historia detrás de Curse of the Stone Hand y así fue que descubrí la tenebrosa realidad. Parece que Warren dedicó buena parte de su carrera a comprar películas extranjeras para después tomar pedazos de ellas, agregarle diálogos en inglés que nada tenían que ver con los originales y filmar algunas escenas adicionales para completar la obra. En este caso en concreto, las víctimas fueron La dama de la muerte y La casa está vacía, que además sufrieron la inclusión de otras secuencias, como por ejemplo una de con John Carradine bebiendo y dialogando en un bar con Katherine Victor.


Por lo general las películas de este estilo las recomendamos con el típico "Es tan mala que da risa", pero esta simplemente se encuentra en otro nivel, sólo debe ser vista por aquellas personas que realmente sientan la necesidad de confirmar si es tan mala así como digo. Yo por mi parte, la próxima vez que deba sugerirle a alguien una película realmente desastrosa, dejaré de tomar como referencia a Blood of Ghastly Horror y le daré ese honor a Curse of the Stone Hand.