Películas B

Las producciones más geniales del séptimo arte

19.10.09

The Man Without a Body (1957)

Publicado por Marcel |

Hoy retomaremos el tema de las cabezas vivientes por culpa de The Man Without a Body, película dirigida por Charles Saunders y W. Lee Wilder. Contemporánea y con la misma idea general, guarda muchas similitudes con la ya reseñada The Brain That Wouldn't Die.



La historia empieza con un poderoso hombre de negocios, Karl Brussard, que está presentando algunos achaques tales como visión doble y pérdida temporal de la memoria; al ser sometido a un chequeo médico completo, descubren que tiene un tumor en el cerebro y que es poco el tiempo que le queda de vida.

No resignado a la idea de morirse, le pide de forma desesperada a su médico que encuentre una cura para su padecer. Éste le informa que no hay nada que la ciencia tradicional pueda hacer por él, pero le comenta acerca de los trabajos de investigación que está llevando a cabo cierto médico. Como se podrán imaginar, esos trabajos son en el área de los transplantes de cabezas de un cuerpo a otro.

Aunque le dejan claro que para ese momento no han sido realizadas aún pruebas con humanos y sólo han trabajado con monos, Brussard tanto insiste que logra convencer al grupo de científicos, encabezados por el doctor Merritt. La única traba es que necesita conseguir una cabeza humana para implantarla en su cuerpo. Lo que nos lleva al siguiente detalle, y es que una nueva cabeza significará también una nueva personalidad, por lo que Brussard se decide a encontrar lo mejor de lo mejor en cuanto a cabezas postizas se refiere, que para algo es millonario. Es hora de robar la cabeza de Nostradamus.

En ese punto es donde la trama se torna realmente divertida. Brussard contacta al Dr. Brandon, un alcohólico que otrora fuese un eminente científico, para profanar la tumba de Nostradamus en Francia, el botín obtenido es una cabeza que está prácticamente en perfectas condiciones y con un truco barato el moribundo Brussard consigue salir del país y regresar al Reino Unido burlando todos los controles.

De vuelta en el laboratorio, el entretenimiento continúa con la cabeza del profeta sumergida en un recipiente con líquido mientras realizan el procedimiento correspondiente para revivirla. Después de que unas burbujas empiezan a aparecer, la cabeza es colocada en el mesón de trabajo y finalmente podemos apreciarla en todo su esplendor.



A partir de allí comienzan las intrigas. La amante/protegida/esclava de Brussard seduce al asistente del Dr. Merritt e intenta convencerlo de que sabotee el experimento. No le da tiempo de hacerlo porque Brussard, sospechando lo que planeaban a sus espaldas, le dispara y lo deja agonizante. En ese instante, nuestro buen Dr. Merritt ve una gran oportunidad ante sus ojos y decide transplantar la cabeza de Nostradamus en el cuerpo del moribundo ayudante.


Disfraz multiuso: luce como un tampón, un grano de arroz o un molar.

Definitivamente su ciencia ficción resulta ridícula hoy en día cuando han pasado más de 5 décadas desde su estreno, pero eso no le impide a The Man Without a Body ser una película muy entretenida y recomendada para todos los amantes de estos clásicos.

1 comentarios :

Beatrixbeatricis dijo...

Pues a mi me pareció la mar de entretenida, sí que sí :D

Pero aún me estoy preguntando por un lado por qué escoger la cabeza de Nostradamus, estando en Inglaterra y pudiendo escoger a cualquier celebridad local, y por el otro cómo demonios esa cabeza estaba en perfecto estado tras siglos de siglos de descomposición. xD

Pobre doctor Bruissard, todos querían su destrucción eh!

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