Corría el año 1978 cuando Al Adamson se sumó a la ola de películas sobre posesiones demoníacas tras el éxito de El exorcista 5 años antes. Los entendidos suelen coincidir en que Nurse Sherri es de lo mejor de la filmografía de Al Adamson; aunque quienes estén familiarizados con la obra este director estadounidense sabrán que eso no es mucho decir, sin embargo debo reconocer que al menos no sufrí como cuando vi Blood of Ghastly Horror.
La película comienza con los integrantes de un culto religioso esperando en el desierto a que su mesías, Thomas Reanhauer (Bill Roy), logre resucitar a uno de sus seguidores, quien luego de tres semanas de fallecido presenta un aspecto bastante descompuesto.
En un irónico giro del destino, mientras Reanhauer se desgañita diciendo cosas como "¡Resucita William!", sufre lo que parece ser un infarto y es llevado de emergencia a un hospital. Los médicos hacen todo lo posible por salvarle la vida pero no lo consiguen y el espíritu de Reanhauer ingresa al cuerpo de la dulce y amable enfermera Sherri Martin (Jill Jacobson). ¿Su objetivo? Vengarse de los médicos a los que considera responsables de su muerte.
Una producción caracterizada por sus grandes efectos.
Rápidamente la nueva personalidad de Sherri entra en acción y los muertos empiezan a acumularse sin que nadie dé parte a la policía. Del mismo modo su novio y médico del mismo hospital, el doctor Peter Desmond (Geoffrey Land), se niega a la idea de internarla para que reciba ayuda psiquiátrica a pesar de que la ha visto actuar de forma extraña y hablar con la voz de un hombre.
Asimismo hay una subtrama romántica entre Marcus (Prentiss Moulden), un ex jugador de fútbol americano que ha quedado invidente, y la enfermera Tara (Marilyn Joi). Convenientemente Marcus posee conocimientos sobre vudú gracias a que su abuela era practicante y es quien le explica a Tara y a su amiga Beth que deben quemar los restos del "demonio" para que abandone el cuerpo de Sherri.
Como buena película de Al Adamson se nota que lo que estamos viendo no es la versión original de la película sino un producto al que se le han ido agregando escenas y no siempre de forma coherente. Por un lado tenemos las escenas de Stevens (J.C. Wells), un miembro de la secta que por alguna razón sabe que Reanhauer continúa provocando dolores de cabeza después de muerto e insistentemente intenta averiguar el lugar en donde fue enterrado para incinerar sus restos. Eso da pie a una escena absurda en la que el Dr. Desmond, para ese punto de la historia ya plenamente consciente de que algo raro le ocurre a su chica, se niega a facilitarle la información porque considera que Stevens se halla en estado de ebriedad. Lo que sigue es una persecución en el desierto al borde de la muerte con los autos tocándose y todo por esa nimiedad.
Prosiguiendo con los momentos absurdos provocados por una edición descontrolada, el Dr. Desmond confronta a Sherri y le pregunta si recuerda a un paciente llamado Thomas Reanhauer. En ese momento pasamos a un flashback de Sherri hablando con Reanhauer y este ofreciéndole todas las maravillas que hay en el infierno. También Beth le confirma a Desmond que durante todo el tiempo que Reanhauer estuvo hospitalizado solo hablaba con Sherri, cuando en realidad lo que sabemos es que llegó de urgencia por un paro cardíaco y murió mientras los médicos trataban de reanimarlo.
El final es de lo más gracioso cuando simultáneamente vemos a Sherri tratando de rebanar a su novio y en el cementerio a Tara y Beth listas para prenderle fuego a los restos del demoníaco Reanhauer, pero primero no consiguen los fósforos, después no prenden y la enfermera poseída está a cada instante más cerca de acabar con otro de los médicos que atendió al mesías.
Todo lo concerniente a Stevens no se encuentra presente en la versión exploitation de la película, distribuida a secas como Nurse Sherri, y en cambio incluye varias escenas softcore: sexo entre Sherri y el doctor Desmond, recuerdos postcoitales de Desmond recibiendo una felación mientras daba una clase en la universidad, seguido de la única experiencia lésbica de Sherri durante sus años de estudiante. Más adelante Tara se acuesta con Marcus en agradecimiento por la pulsera de vudú que le obsequia. El DVD de Shock-O-Rama corresponde a la versión de terror, que es la que estamos reseñando y que lleva por nombre The Possession of Nurse Sherri, pero en los extras del disco incluye estas escenas faltantes además de una pista de audio con los comentarios del productor Samuel M. Sherman.
El sexo y todo el romance entre Marcus y Tara dio pie a otra versión que fue distribuida bajo el título de "Black Voodo", sacándole el jugo al subgénero de blaxploitation. Edición que cuenta con un poster muy similar al oficial:
Otros títulos bajo los que llegó a distribuirse esta película fueron: Terror Hospital, Hospital of Terror, Killer's Curse o Beyond the Living. Mientras que en español recibió el nombre de Enfermera diabólica.
El tagline en inglés es "Meet Sherri... for an evening of Pleasure and Terror!", por lo visto en español cometieron un error con la traducción.
Gente buscando una película bien hecha debería evitarla a toda costa, pero los que ya estén curtidos en estas lides del cine de bajo presupuesto seguro pasarán un buen rato con Nurse Sherri.
Trailer:
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