Bill Rebane fue uno de esos directores de cine que, junto a otros nombres como Jerry Warren o Andy Milligan, me parece que su obra es mucho más deficiente que la del vilipendiado Ed Wood, al punto de no conseguir brindar ninguna clase de entretenimiento. Su corta filmografía nos dejó títulos como Monster a-Go Go o Rana: The Legend of Shadow Lake; hoy nos toca habla de su segunda película: Invasion from Inner Earth.
Producida por Bill Rebane y dirigida por "Ito" a secas (un seudónimo de Rebane), todo quedó en familia al basarse en un guión de su esposa Barbara. Si tuviera que decirles todo lo que está mal con Invasion from Inner Earth bien podría empezar por su poster. En primer lugar el título no es el correcto puesto que agrega un "the"; segundo, en la película no hay ningún Enterprise rosado; no hay esquiadores en toda la película y por último, las dos personas que aparecen ahí ni siquiera participan en esta producción.
En la película es muy poco lo que ocurre, al punto que esta reseña tendrá menos imágenes de lo habitual porque fue poco lo que encontré digno de mención. Podría contarles que todo empieza con un hombre que se dirige a un grupo en una reunión y les habla de cierta enfermedad que se ha propagado, después vemos a gente corriendo por las calles en medio de un ataque de pánico y posteriormente la acción pasa a Jake (Nick Holt) y Sarah (Debbi Pick), dos hermanos que viven en una cabaña, alejados de la civilización.
Jake es piloto y sus servicios han sido contratados por tres científicos que se encuentran ahí para realizar cierta investigación (en ningún momento se da más detalles al respecto). No obstante, lo que encuentran es desolación y gente muriendo sin explicación alguna, por lo que deciden que lo más prudente es regresar a la casa de Jake y averiguar qué es lo que está sucediendo.
Todo eso ocurre en los primeros 15 minutos de la película, los 80 minutos restantes se van en mostrar la desesperación de estos cinco personajes al estar incomunicados, sin alimentos, combustible y atravesando un crudo invierno. Las actuaciones no son malas en comparación con otras películas similares, pero el nivel no da para transformar esto en un poderoso drama sobre aislamiento y supervivencia en condiciones extremas.
Ustedes tal vez en este momento puedan pensar que estoy siendo excesivamente duro con Invasion from Inner Earth y que su 1,8/10 no es señal de nada cuando me han gustado películas con puntuación similar. Mi principal problema es que no vemos nada de la invasión, solo algunas veces que se oye a un extraterrestre hablando a través de un radio y dos veces se ven platillos unos voladores bastante rudimentarios. Del resto es recurrente la presencia de una luz roja y bombas de humo (de color rojo igualmente) como señal de las operaciones alienígenas.
No es sino cerca de la conclusión de la historia que finalmente explican a qué se refieren con una invasión desde el interior de la Tierra. Stan (Paul Bentzen), uno de los científicos, expone su teoría de que 8 mil años atrás nuestro planeta estuvo más cerca de Marte de lo que hoy se encuentra de la Luna y que eso, al prolongarse por 2 mil años, generó una serie de catástrofes para ambos cuerpos celestes, llevándose la peor parte el planeta rojo. Así que los marcianos decidieron emigrar a la Tierra y al llegar descendieron al centro del planeta a través de los polos. Incluso hay una referencia a Julio Verne y su "Viaje al centro de la Tierra". Ni me pregunten por qué decidieron salir a la superficie tras pasar miles de años bajo tierra.
Stan relatando su versión de los acontecimientos.
Como dato curioso, Bill Rebane no se conformó con copiarle la nave espacial a Star Trek sino que la música empleada en los créditos es una versión de The Good, the Bad and the Ugly con algunas modificaciones. Ese tema musical y el resto de la banda sonora, compuesta por piezas de sintetizador elaboradas por el propio Rebane, son para mí lo más destacable de Invasion from Inner Earth.
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