La ocasión es propicia para contarles el peculiar método que desde hace meses empleo para determinar qué película veré, sin perder valiosos minutos por culpa de mi indecisión y sin que mi estado de ánimo pueda influenciar el proceso de selección. Al igual que un adicto que entra en razón y admite que tiene un problema del que no puede salir sin ayuda, yo llegué al punto en que no pude seguir ignorando el menguante espacio libre en mi computadora y un disco externo casi lleno, con el agravante de que siempre le daba preferencia a las más nuevas porque los títulos de las antiguas no me decían nada. Así que busqué un programa que me generara una lista con todas mis películas a partir de las carpetas o unidades donde las tengo, que dicha lista pudiera exportarla a Excel y a partir de ahí aplicar las fórmulas necesarias para que aleatoriamente eligiera una cada vez que abriera el archivo. Fascinante, ¿eh?
Esta larga introducción se debe a que el método en cuestión me ha permitido ver una desconocida comedia negra canadiense que de otro modo habría seguido obviando. No se encuentra disponible en DVD ni mucho menos Blu-Ray y llegó a mí porque en Cinemageddon un día hicieron una competencia de subir películas de las que nadie hubiera oído hablar y esta fue una de las que llamó mi atención. La otra parte del botín fue una película de acción con Tonya Harding y Joe Estevez de la que, Excel mediante, espero poder hablarles en un futuro cercano.
Spike of Love fue dirigida y producida por Steve DiMarco, siguiendo su propio guión y en los créditos es presentada como "Steve DiMarco's Spike of Love". Este es el mismo Steve DiMarco que años más tarde dirigiría Prisoner of Love, con Naomi Campbell como protagonista, y revisando su filmografía, veo que fue el guionista y editor de una antología de historias de terror que vi hace varios años titulada Shock Chamber. Para ver esas dos películas también hay que conformarse con un VHS, lo que pareciera ser un patrón en la obra de este director.
Este peculiar largometraje se desarrolla enteramente en la sala de un pequeño apartamento en el que habitan dos hermanos psicópatas, Clem (Gerry Quigley) y Donny (Tony Munch); el primero es un cristiano fanático adoctrinado por su madre (Beverly Murray) y el segundo ha sumado a la convivencia a su novia Jane (Dyanne DiMarco), una dominatrix promiscua que no tiene ningún reparo en ridiculizar a su hombre delante de propios y extraños.
Es precisamente con ella que inicia la acción sin preámbulo alguno, montando a un hombre al tiempo que lo abofetea y fotografía. El galán lleva por nombre Harold (Ron Lea) y es un hombre de negocios que conoció en un bar y al que no le tomó mucho tiempo para ser convencido en salir de allí e ir a su apartamento, sin sospechar siquiera remotamente en que los hermanitos harían acto de presencia en el mejor momento de la velada. Eso a Jane la tiene sin cuidado, está acostumbrada a que estos dos maten a sus conquistas y ella es feliz colocando sus fotos en su álbum personal.
Sin embargo esta noche es distinta y los planes comienzan a torcerse rápidamente. Clem y Donny tienen una cuenta pendiente con un individuo llamado Skinner (Steve Whistance-Smith), un tipo despiadado que fuma a pesar de tener una traqueotomía y que se ganó su apodo por su predilección por desollar en vivo a sus víctimas. Snake (Adam Adach), uno de sus esbirros, les comunica que si para las 12 de la noche no le tienen 50 mil dólares, uno de ellos deberá saldar la deuda con su vida.
Si en condiciones normales es una tarea casi imposible encontrar 50 mil dólares en cuestión de minutos, cuando tienes las habilidades de Donny y Clem todo se hace más cuesta arriba. Tampoco ayuda la indolencia de Jane o la aparición de extraños personajes como un policía corrupto (Thomas Hauff) que había sido contratado para deshacerse de Harold o una lesbiana con un ojo de vidrio (Christina Cox), quien pareciera ser el verdadero amor de nuestra dominatrix.
En varias oportunidades el propio Harold se ofrece a darles los 50 mil dólares que necesitan a cambio de que lo dejen en libertad, pero todos están tan ocupados en sus asuntos que no hay tiempo ni para asesinarlo. Además Clem experimenta una epifanía con todo y estigmas, lo que ocasiona que al final Donny deba encargarse, malamente, de la complicada situación en la que se encuentran.
Recomendada especialmente para los que sienten debilidad por el cine independiente, las comedias negras o por el simple hecho de alardear con haber visto una película que casi nadie conoce. Además, están de suerte, buscando si habría un trailer de la película en YouTube encontré que hace una semana alguien la subió completa: youtu.be/rgExyibqctw.
0 comentarios :
Publicar un comentario