Si mi memoria y el archivo de este blog no me engañan, End of Wicked será la primera película africana que aquí reseñemos. Esta producción nigeriana dirigida por Teco Benson siguiendo un guión de Helen Ukpabio, quien a su vez desempeña un pequeño pero importante papel interpretando a la Pastora Priscilla, se encuentra hablada completamente en inglés, pero algunos de los actores tienen un acento tan cerrado que dificulta la comprensión de sus líneas.
El poster es algo que no puedo dejar de comentar puesto que fue lo primero que captó mi atención cuando descubrí esta película. ¿Qué hace ahí esa señora con pene? ¿Eso de los ladyboys no era un fenómeno tailandés? Ya les explicaré cuál es el misterio en torno a esa shemale del continente negro, pero antes mejor realizamos algunas consideraciones generales en torno a esta película.
El espectador occidental puede que no encuentre otra cosa en End of the Wicked más que motivos de burla, con sus efectos especiales ridículos y una historia inconexa que muestra distintos dramas familiares con desgracias ocasionadas por un demonio y su grupo de fieles seguidores.
No obstante, investigando al respecto me queda claro que la película es más bien propaganda cristiana y de hecho Helen Ukpabio es la fundadora y líder de un movimiento evangélico llamado Liberty Foundation Gospel Ministries, al que pertenece Liberty Films, la compañía encargada de rodar esta y otras películas de corte similar. Los diálogos van en consonancia con eso y en las partes que entendía lo que estaban hablando pude oír cosas de este tipo:
- Dios tiene un regalo para ti. Es decir, Jesucristo es el regalo de Dios para ti. ¿Lo recibirás ahora mismo como tu Señor y Salvador?
- ¿Recibir a quién?
- A Jesucristo
(ante la resistencia del marido la esposa se entromete y responde)
- ¡Yo lo recibiré!
Habiéndoles aclarado qué clase de película es End of the Wicked procedo, ahora sí, a hablarles de la señora con pene. Ella es nada más y nada menos que Mama Chris (Patience Oseni), la suegra de Stella (Hilda Dokubo) y discípula del pálido Beelzebub (Alex Usifo Omiagbo), a quien le pide que le haga crecer un pene para poder abusar de su nuera. Sinceramente no sé con qué fin deseaba hacer tal cosa, pero posteriormente hay una escena de sexo entre ellas con sangrado incluido.
El resto de la película muestra otras travesuras similares realizadas por los seguidores de Belcebú, sin que no siempre me quedaran claros sus motivos o lo que estaba presenciando en pantalla. El mejor ejemplo lo hallarán en el siguiente video que muestra una escena en donde unos niños brujos aprovechan que Chris (Charles Okafor) está dormido y hacen aparecer un plato de comida sobre su espalda, devorando el manjar con fruición. El hombre despierta con un fuerte dolor de espalda y el médico le explica que tiene una enfermedad que afecta su columna vertebral.
Las imágenes de nuestro mundo alternan con aquellas del inframundo en donde el aquelarre de Belcebú se reúne para divertirse realizando danzas seductoras (según ellos), reclutando nuevos miembros que son condenados a ser "terriblemente malvados" o invocando el alma de pobres mortales que no se encuentran bajo la protección de Jesucristo. A una de estas ovejas descarriadas, por ejemplo, le arrancan los ojos, lo que se traduce en nuestro mundo a quedar ciego. Su esposa no soporta vivir con un minusválido y lo abandona a él y al hijo de ambos; él, desamparado, se suicida enterrándose un cuchillo en el estómago ante la atónita mirada de su retoño. Escalofriante.
Por alguna extraña razón, a pesar de estar hablada en un inglés difícil de comprender, tener una duración que supera los 90 minutos y el DVD presentar una calidad digna de una cinta de VHS que ha sido reproducida un centenar de veces, el tiempo me pasó volando y disfruté con la absurdidad de esta gente y su melodrama religioso. Quizás esto signifique que no hay salvación posible para mí, pero de todas formas le recomiendo End of the Wicked a todo aquel en búsqueda de una película realmente exótica y nefasta.
Trepidante trailer nollywoodense:
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