Por más que el Mundial de fútbol monopolice nuestro tiempo libre no hay que descuidar el maravilloso mundo del cine B, por lo que hoy hablaremos de una de las tantas rarezas que componen el catálogo de Something Weird Video. Two Girls for a Madman es un largometraje dirigido por Stanley H. Brassloff y viene en un DVD 3x1 junto a Mr. Mari's Girls y Tortured Females.
La historia es bastante alocada como otros títulos que he visto distribuidos por esta compañía y ya aquí en este blog hace más de 4 años nos divertimos un montón con Love After Death de Glauco Del Mar. A pesar de todo lo extraño y psicodélico el argumento no tiene mayor complejidad y nos presenta a dos amigas, Toni (Arlene Farber) y Sonya (Jean Weston), que asisten a una academia de ballet mientras sueñan con grandes metas para sus vidas.
Al frente Sonya y detrás de ella su ambiciosa amiga Toni.
Paralelamente conocemos a Frank (Lucky Kargo), un hombre visiblemente desequilibrado a quien su psiquiatra le sugiere de manera insistente que acepte pasar una temporada en un manicomio. Frank acepta, aunque a su manera, diciéndole relajado que él le avisará cuándo.
Por su parte Toni está dispuesta a todo por hacer sus sueños realidad y accede salir con un tal Seymour (Jerome Heller), un hombre mayor y casado que le ofreció conseguirle el papel principal para un comercial a cambio de pasar una noche juntos. Seymour le promete que será una velada que ella jamás olvidará y no podemos negarle el hecho de haber cumplido con su palabra. Asisten a una fiesta de máscaras que incluye orgía, drogas y alcohol y posteriormente cierran la noche siendo sorprendidos por Frank, quien se había escondido en el asiento trasero y que con la ayuda de una pistola somete a ambos y abusa de Toni.
Si algo nos ha enseñado esta clase de cine es que las violaciones no son tales y podemos ver a Toni respondiendo a los besos de Frank y colocando una mano sobre su espalda. Al día siguiente tiene moretones por todo su cuerpo pero no está alterada ni nada por el estilo, a lo sumo podríamos describirla como nostálgica mientras la observamos contemplar sus lesiones y acariciar su cuerpo.
¿Pero cuál es la segunda chica que se convierte en obsesión para el demente protagonista y que le da el título a esta película? La pobre Sonya, quien, sin su consentimiento, había sido despojada de su licencia de conducir por Toni, que al ser menor de edad la necesitaba para poder salir esa noche con Seymour e ingresar a bares y sitios similares. Frank la encontró en la cartera de Toni y asumió que esa era su identidad; la acosa por teléfono y finalmente una noche la sorprende en su academia mientras ensayaba una rutina junto a su compañero.
Two Girls for a Madman no es mayor cosa en cuanto a calidad cinematográfica, pero a diferencia de otras películas del mismo género me parece que busca transmitir una moraleja, por más anticuada y cargada de clichés que esta sea: Toni es presentada como una joven de 17 años de la que no se conocen sus padres y que no tiene reparos en asistir a fiestas llenas de individuos libidinosos, es violada y no le representa mayor problema; Sonya por su parte es una joven algo reservada que cuenta con el apoyo incondicional de su madre hacia su carrera de bailarina y de un amigo que se preocupa por ella y al que no le importa arriesgar su vida para defenderla de Frank.
Otros aspectos a destacar en Two Girls for a Madman son la buena calidad de imagen del DVD así como la adecuada banda sonora a cargo de Guilliame Bellivier. Despedimos esta reseña con el tráiler de la película.
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