Películas B

Esta es la primera cinta que veo de José Mojica Marins, quien por lo que he leído es toda una figura en Brasil y sus películas son consideradas de culto dentro de los seguidores del género. Decidí darle una oportunidad por lo exótico, no recuerdo que haya visto alguna otra película de terror procedente de ese país, así que ya era hora de estrenar el casillero.

La película es protagonizada por el mismo Mojica Marins, quien interpreta al Doctor Jorge Medeiros, un brillante científico que por invetir la mayor parte de su tiempo en sus experimentos, ha descuidado a su bella esposa, Raquel.

Ella se enamora del mejor amigo del Dr. Medeiros, Oliver, y es cuestión de tiempo para que la pareja comience a planear la muerte del doctor y adueñarse de su fortuna. Aprovechando lo absorto que se encuentra su marido en el laboratorio, Raquel le arroja ácido en el rostro y su amante le prende fuego al lugar.


El plan falla desde el comienzo porque el Dr. Medeiros no muere y tras meses de recuperación en el hospital, regresa con un plan para vengarse por lo ocurrido.


Dudo mucho que haya sido la idea original de Mojica Marins, pero me he reído un mundo con Inferno Carnal. Todo fue propiciado por los gritos desgarradores del doctor Medeiros pidiéndole ayuda a su esposa a pesar de que ella misma lo había atacado; gritos que se repiten a modo de recuerdos a lo largo de la historia cada vez que el doctor se encuentra pensativo. Realmente no puedo creer que haya alguien que no suelte la carcajada con los gritos de "¡Raquel! ¿Por qué?"

Lo otro que contribuyó con mis risas fueron tres puntos incongruentes de la trama:

• A la víctima le echan ácido en la cara y le prenden fuego al lugar para después verla con vida en un hospital mientras la someten a una operación.


• Raquel y su amante siguen felices a su aire haciendo vida pareja, lo único que no consiguieron fue heredar la fortuna del doctor al seguir éste con vida. No están huyendo, no hubo denuncias ni investigación policial. ¡Nada!


• Una serie de secuencias con una mujer no identificada que cuando aparece siempre se le ve pronunciando frases románticas varias acompañada por música de dibujos animados. Al final se nos da la respuesta más obvia que podíamos esperar, pero igual no deja de ser ridículo.